suceda, sino como reaccionamos nosotros...
Si te pones a coleccionar heridas
eternamente sangrantes, vivirás como un pájaro herido incapaz de
volver a volar. Uno crece cuando no hay vacío de
esperanza,
ni debilitamiento de voluntad,
ni pérdida de fe.
Uno crece
al
aceptar la realidad
y al tener el aplomo de vivirla.
Crece cuando acepta su destino,
y tiene
voluntad de trabajar para cambiarlo.
Uno crece asimilando y aprendiendo de lo
que deja detrás...
construyendo y proyectando lo que tiene por
delante.
Crece cuando se supera, se valora, y da frutos.
Cuando
abre camino dejando huellas,
asimilando experiencias...
¡Y siembra raíces!
Uno crece cuando se impone metas,
sin importarle comentarios negativos, ni
prejuicios, cuando da ejemplos sin importarle burlas,
ni desdenes...
cuando se es fuerte por carácter, sostenido por
formación, sensible por temperamento... ¡Y humano
por nacimiento!.. Cuando
enfrenta el invierno aunque pierda las hojas,
recoge
flores aunque tengan espinas
y marca camino aunque se
levante el polvo.
Uno crece ayudando a sus
semejantes, conociéndose a sí mismo
y dándole a la vida más de lo que recibe.... Uno crece cuando se planta para no
retroceder... cuando se defiende como águila para no dejar de
volar... Cuando se clava como ancla en el mar